Daisy: ¡A ver, una última foto!
Los demás colegas, juntados frente al lago del castillo de Peach, se pegan aún más los unos a los otros.
Waluigi: ¡Qué asco! ¿Tengo que juntarme tanto a Wario? Apesta a excremento de Boo.
Wario: ¡Jum! ¡Te arrepentirás de haber dicho eso!
Wario le da un puñetazo a Waluigi en la nariz. Su nariz se aplasta y en cuánto Wario aparta el puño, su nariz se dispara hacia delante.
Waluigi: ¡¿Te has atrevido a pegarme?!
Wario: ¡Oh, sí, vaya que sí!
Waluigi: ¡¡Te vas a enterar!!
Los dos empiezan a pelearse. Una nube de polvo los envuelve, de manera que no se puede ver cómo pelean.
Peach se hace aire con su abanico rosa.
Peach: Ay, madre...
Mario corre hacia Wario y hacia Waluigi y los separa.
Mario: ¡Basta ya! Tenemos que posar para la foto. No hay tiempo para peleas.
Wario y Waluigi vuelven a sus posiciones, se abrazan y sonríen. Daisy pone el disparador automático y corre a juntarse con los demás. Rodea a Peach con el brazo.
Daisy: ¡Decid patata!
Todos: ¡Patata!
¡Click!
Daisy corre hacia la cámara y coge la foto, que ha salido por la parte de abajo de la cámara.
Daisy: ¡Oh, qué guaaaapos salimos todos!
Luigi se acerca a ella y se atusa el bigote.
Luigi: Sí... Sobretodo yo, ¿eh?
Daisy pone cara de disgusto.
Daisy: Sí, claro...
Coge la gorra de Luigi y se la baja hasta los ojos.
Daisy: ¡No te lo crees ni tú!
Daisy va hacia Peach y ambas chocan la mano.
Peach: ¡Bien hecho!
Daisy: Gracias.
Luigi, enfadado, lanza su ataque de fuego verde y empuja al resto de la panda. Tras ellos está el lago del castillo de Peach. Así que, sin poder hacer nada para evitarlo, caen al lago.
Todos: ¡Aaaaaaaahhhh!
Luigi: ¡Já! ¿Quién se ríe ahora?
Donkey Kong, sentado, da patadas y manotazos en el agua.
Donkey Kong: ¡¡¡Uah, uah, uah!!!
Mario: ¡Ya te vale, Luigi! ¡Sabes que Donkey Kong odia el agua!
Luigi: Ups... Eso se me había olvidado.
Toadette rompe a llorar:
Toadette: ¡Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Se me han mojado las trenzaaaaaas! ¡Sigh, sigh, sigh! ¡Snifff!
Toad: Vamos, vamos, tranquila, te secarás pronto...
Toadette: ¡Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Peach se levanta y se alisa la falda del vestido.
Peach: ¡Vaya por dios! Y yo que quería ir a cenar hoy con Mario... Y mi vestido debía estar en perfectas condiciones...
A Mario le rodean corazoncitos. Luego, corre hacia Luigi y le agarra del cuello de la camisa.
Mario: ¡Si no fueses mi hermano, te mataría!
Luigi: Glups...
Mario suelta a Luigi y corre hacia Peach.
Mario: Ejem... ¿Ir a cenar a dónde, princesa mía?
Peach suspira.
Peach: Me apetecía ir a cenar contigo a la playa... Pero ahora mi vestido está estropeado y no podré ir.
Mario la coge de la muñeca y corre hacia la puerta del castillo con ella.
Mario: ¡Te secaré, princesa, no te preocupes!
Una vez dentro del castillo, Mario coge una toalla y a la velocidad de la luz, seca la falda del vestido de Peach. Ésta sonríe.
Peach: ¡Guau!
Entonces se agacha, le quita la gorra a Mario y le da un beso en la nariz.
Peach: ¡Gracias por secar mi vestido!
Le pone la gorra. Mario coje la visera de su gorra y la baja un poco, mientras atontado, responde:
Mario: N-no hay de qué... Mi dulce princesa... ♥
Afuera, continúa el barullo.
Dixie Kong: ¡Hi-ha! ¡Hi-hi-ha-ha! ¡Hiiiiiiiiiiiiiiii!
Diddy Kong: ¡Uh-uh-uh-uh-uh! ¡Hiaaaaaaaaaaaaaahhh!
Donkey Kong: ¡Uh, ah, uh ah, uh, ah!
Daisy: Genial. Los tres Kongs se han vuelto majaretas. ¡Los tres odian el agua, sobretodo Donkey Kong!
Donkey Kong: ¡Uh, ah, uh ah, uh, ah! ¡Uh, uh, uah! ¡Uhhhhh, uah!
Daisy coge a Donkey Kong del brazo y tira de él.
Daisy: ¡Pero salte del agua, joya tonta!
Donkey Kong sigue dando palmadas en el agua, nervioso. Tras muchos esfuerzos, Daisy lo arrastra hasta el césped la orilla del lago. Daisy se deja caer sobre la hierba.
Daisy: Ah... Hay que ver cómo pesa éste mono...
Mientras, Diddy Kong, Dixie Kong, Toad, Toadette, Wario, Waluigi, Yoshi, y Birdo también habían salido del agua.
Toadette coge una de sus trenzas.
Toadette: ¡Sigo teniéndolas mojaaadaaaaaaaas!
Va a empezar a llorar cuándo Toad le tapa la boca con la mano.
Toad: ¡No llores, por favor!
Wario empieza a quejarse.
Wario: ¡Ayayay, ya se me ha mojado el bigote! Con lo que me cuesta peinármelo para que se quede así...
Waluigi: ¡Te lo mereces! ¡Tu bigote es horrendo!
Wario: ¿Te estás atreviendo a...?
En ésos momentos aparece mágicamente la princesa Rosalina.
Rosalina: ¡Hola, amigos!
Wario y Waluigi cambian la voz a un tono dulce, cómo la miel.
Wario y Waluigi: ¡Hola Rosalina!
Luigi se inclina.
Luigi: ¡Princesa Rosalina! ¿Qué la trae por el castillo del Reino Champiñón?
Rosalina: Vengo a ver a la princesa Peach.
En ése momento salen Mario y Peach del castillo. Mario no para de frotarse la nariz, sonriendo cómo un bobo, con corazones flotando a su alrededor. Cuándo aparta la mano, se ve en la punta de su nariz la marca de los labios de Peach.
Peach: ¡Rosalina! ¡Bienvenida al Castillo Champiñón!
Peach abraza a Rosalina afectuosamente.
Rosalina: Gracias, Peach. Vengo a entregarte ésto.
Le da a Peach una tarjeta en la que pone:
"Fiesta en el castillo de cristal de la princesa Rosalina.
Invitación para la princesa Peach y sus amigos.
El martes a las 19:30 de la tarde."
Peach sonríe.
Peach: ¿Una fiesta? ¡Genial! Allí estaremos.
Rosalina: Bien. Éso es todo. Adiós.
Rosalina desaparece.
Daisy se acerca a Peach y lee la nota.
Daisy: ¿Qué es?
Peach: Una invitación a una fiesta en el castillo de Rosalina. ¡Qué ganas tengo de ir!
Mario: Bueno, vayamos todos a comer.
Y todos juntos entraron en el castillo de Peach.
FIN
FIN
me paresio genial
ResponderEliminarme gusta
ResponderEliminarguau gran capitulo
ResponderEliminarme encanta
ResponderEliminarMuy bonito
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